Cómo puede la IA reducir la burocracia del docente
¿Hay algo más aburrido que leer una instrucción, norma, decreto, ley educativa? Supongo que sí: redactarla. Cuando nació la IA generativa, se decía que sobre todo nos iba a quitar trabajo tedioso, burocracia mecánica, horas y horas frente a la pantalla de un ordenador, intentando descifrar el jeroglífico lingüístico que redactan con indolencia las instituciones educativas. ¿Se ha solucionado después de 2 años y medio esta demanda? No mucho, y no se debe tanto a los avances de la IA, sino a nuestra forma de usarla y a la falta de creatividad por parte de quienes gestionan las instituciones.
Te pongo un ejemplo práctico. El 25 de julio de este año -¡nadie sabe por qué en verano sale esto!- la Consejería de Educación extremeña ha publicado, a las 11:49:58 -en el documento viene hasta el segundero-, la instrucción 18/2025, que regula el plan regional Innovated de este próximo curso. 47 páginas de pura poesía. Con perdón de los poetas. Uso reiterado de construcciones impersonales y pasivas reflejas, conectores lógico-discursivos, oración compuesta, con abundantes subordinadas, estructuras largas, uso frecuente de enumeraciones e incisos explicativos y predominio de la función apelativa y prescriptiva. Un dechado de virtudes comunicativas.
Casi nadie lee estas normativas. Pide al 1% de docentes aplicados y sufridores que se la resuman, o simplemente improvisan, como el joven al que le llega la Playstation con un libro de instrucciones de 300 páginas y no necesita leerlo porque la sola intuición le basta. Ya me iré enterando sobre la marcha.
Pero si pudieras enterarte de todo lo que dicen estos documentos con ayuda de la IA... Se me ha ocurrido pedirle a Gemini, en su modo Canva, que elabore una app interactiva que ayude a los docentes a comprender esta instrucción, sus características, plazos y modalidades. En un minuto me ha creado una versión que no requiere correcciones.
Y esto es solo un sencillo ejemplo del uso que podemos darle a la IA generativa para simplificar determinados procesos o tareas tediosas. Te sugiero aquí algunas ideas:
- Recordatorios personalizados de tareas, entregas, evaluaciones o reuniones.
- Resúmenes semanales de actividad del alumnado: asistencia, participación, incidencias, progreso académico.
- Detección de patrones o alertas tempranas (absentismo, bajada de rendimiento, falta de interacción…).
- Interpretación personalizada de artículos legales según el nivel educativo o el rol.
- Inclusión de glosarios interactivos que aclaran términos técnicos o jurídicos.
- Acompañamiento con ejemplos prácticos y casos reales aplicables en el contexto escolar.
- Acceso directo a las fuentes oficiales (BOE, DOE, normativa autonómica…).
- Ideal para formación, toma de decisiones, elaboración de proyectos o resolución de dudas jurídicas en el centro.
- Resúmenes claros y estructurados para equipos docentes.
- Versión accesible para familias, con lenguaje sencillo, inclusivo y cercano.
- Adaptación para el alumnado, con formato visual (infografías, viñetas, ejemplos cotidianos…).
- Posibilidad de generar versiones por nivel de lectura o madurez cognitiva.
- Actualización automática ante cambios normativos o nuevos documentos.
- Explicación detallada de cada criterio de evaluación: qué significa, cómo se traduce en el aula y qué exige del alumnado.
- Vinculación directa con competencias clave y saberes básicos, mostrando relaciones visibles y justificadas.
- Propuestas de evidencias observables y recogida de información: productos, actividades, actitudes, tareas o indicadores concretos.
- Sugerencias de instrumentos de evaluación ajustados al criterio: rúbricas, listas de cotejo, diarios, etc.
- Posibilidad de adaptar el nivel de profundidad según el perfil docente (experto, novel, tutor, especialista…).
- Adaptación automática al perfil del receptor: familias, alumnado, docentes, equipo directivo…
- Ajuste según edad, etapa educativa o nivel de comprensión lectora.
- Selección del tono comunicativo: formal, cercano, motivador, resolutivo o empático.
- Redacción coherente y clara, con posibilidad de añadir resúmenes, recordatorios o llamadas a la acción.
- Traducción instantánea y contextual a otros idiomas, manteniendo el sentido educativo.
- Traduce textos a múltiples idiomas de forma inmediata y con alto grado de precisión.
- Incluye un glosario escolar específico, que respeta terminología educativa, nombres de asignaturas, cargos docentes, etc.
- Evita errores literales o incoherencias frecuentes en traductores genéricos.
- Permite elegir registros lingüísticos adecuados (formal, familiar, neutro) según el perfil del destinatario.
- Ideal para circulares, notas, informes, autorizaciones o mensajes individuales a familias con lengua materna no española.
- Responde de forma inmediata a preguntas frecuentes sobre horarios, tareas, reuniones, evaluaciones, etc.
- Incluye un sistema de seguimiento y registro temático, especialmente útil en temas sensibles: acoso escolar, absentismo, dificultades emocionales, convivencia…
- Redacción adaptada al perfil del interlocutor, con opciones de tono respetuoso, firme o cercano, según el contexto.
- Integra criterios de confidencialidad y privacidad en la gestión de respuestas delicadas.
- Genera informes o alertas para el tutor o el equipo si detecta situaciones que requieren intervención.
- Resumen automático de lo trabajado en clase, tareas realizadas, evolución y participación.
- Sugerencias de mejora personalizadas según el perfil académico, emocional o social del estudiante.
- Propuestas de intervención concretas: estrategias, recursos, adaptaciones o derivaciones, ajustadas al caso.
- Generación de informes orientativos para familias, adaptados al lenguaje y al contexto.
- Seguimiento del alumno con alertas sobre cambios significativos o patrones de riesgo.
- Propone tiempos orientativos por punto y avisa en tiempo real de desviaciones.
- Redacta actas y resúmenes automáticos, destacando decisiones, tareas asignadas y fechas clave.
- Sugiere acuerdos concretos y seguimiento de los compromisos adquiridos.
- Facilita la planificación de la siguiente reunión según temas pendientes o abiertos.
- Apoyo a profesorado nuevo: horarios, normativa interna, uso de plataformas, protocolos, recursos disponibles…
- Atención al alumnado: fechas de exámenes, normas de convivencia, proyectos del centro, actividades extracurriculares…
- Orientación a familias: contacto con tutores, reuniones, autorizaciones, becas, funcionamiento de Rayuela…
- Respuestas inmediatas con tono adecuado y posibilidad de escalar consultas complejas al equipo humano.
- Actualización automática con los cambios del centro (calendario, normativa, contactos…).
- Detección automática de duplicidades en materiales ya existentes dentro del centro o red.
- Recomendación inteligente de recursos previos relacionados: actividades, unidades, rúbricas, recursos externos validados…
- Facilita la coherencia entre proyectos y programaciones de distintos niveles o áreas.
- Ideal para crear bancos de materiales colaborativos, secuencias didácticas comunes o propuestas integradas por ámbitos.
Su uso, sin embargo, requiere tener en cuenta normas básicas de uso:
Cuida los datos del alumnado
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Usa iniciales, códigos o alias. En lugar de escribir “María Pérez López”, escribe “MPL”, “Estudiante 3A” o “Alumna A”. Crea listas internas con los códigos para saber quién es quién.
Evita subir fotos o documentos con datos visibles. Borra o difumina nombres, DNI, direcciones o cualquier dato personal en capturas, boletines o trabajos antes de subirlos a una app.
Revisa qué datos pide la app antes de usarla. Si una app te pide correo, nombre completo o datos del alumnado, pregúntate si es necesario.
Usa apps que permitan funcionar sin registro del alumnado. Elige apps que indiquen claramente que cumplen con el RGP.
Haz pruebas con datos ficticios. Antes de usar una app con tu clase, prueba con datos inventados: "Alumno X", “Clase prueba”, etc.
Informa a las familias si usas apps nuevas. Puedes enviar un aviso breve explicando qué tipo de app vas a usar y que no incluirás datos personales del alumnado.
No uses el nombre completo del alumnado en títulos de archivos compartidos. Usa títulos con textos que respeten la privacidad.
Configura bien el uso compartido. Si usas Drive, Notion, Canva, etc., revisa que solo el equipo docente pueda acceder, no enlaces públicos abiertos.
Incluye esta norma en los proyectos digitales. Añade una frase tipo: “Este proyecto garantiza la protección de datos del alumnado siguiendo la normativa vigente. No se incluirán datos personales identificables.”
Usa la IA como apoyo, no como sustituto
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Revisa siempre lo que genera la IA antes de usarlo. Nunca copies y pegues sin leer. Corrige, adapta y personaliza los textos, informes, rúbricas o actividades.
Usa la IA como punto de partida, no como resultado final. Pide a la IA que te dé ideas, esquemas o borradores, pero tú decides el enfoque final. Ejemplo: si genera una rúbrica, añade tú los matices que conoces de tu grupo.
No delegues en la IA las decisiones pedagógicas importantes. La IA puede sugerir, pero tú decides qué actividad hacer, cómo evaluarla y cuándo adaptarla.
Añade tu mirada humana a lo que propone la IA. Contextualiza según las emociones, la diversidad o la dinámica del grupo. La IA no sabe si tu alumnado está cansado, motivado o necesita algo diferente.
Usa la IA para ganar tiempo, no para perder el control. Delega en ella tareas repetitivas, pero no las que implican juicio profesional (valoraciones personales, resolución de conflictos, entrevistas con familias...).
Combina IA con tu experiencia. Si tienes una actividad que funciona, puedes mejorarla con IA, pero no la sustituyas si sabes que conecta con tu clase.
No uses la IA para evaluar sin tu supervisión. Puede ayudarte a redactar comentarios o calcular notas, pero tú eres quien conoce la evolución real del alumno.
En caso de duda, prioriza tu criterio profesional. Si lo que propone la IA no te convence o va en contra de tus valores o los del centro, no lo uses.
No te sientas mal por modificar lo que te da. La IA no se ofende. Tu toque docente es lo que la hace útil.
Revisa lo que genera la IA
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Lee todo con ojos críticos. No des por hecho que lo que escribe la IA es correcto. Busca errores de fondo, incoherencias o expresiones poco claras.
Adapta el contenido a tu contexto. Ajusta el lenguaje, el nivel, la edad del alumnado o la situación concreta. Lo que vale para un grupo puede no encajar en otro.
Corrige datos, nombres o referencias. La IA puede inventarse autores, leyes o fechas. Comprueba siempre si la información es real y actualizada.
Simplifica si es necesario. A veces la IA escribe de forma enredada o demasiado formal. Reescribe con tus palabras si crees que lo hará más comprensible.
Cuidado con los sesgos o generalizaciones. Detecta si hay frases que refuercen estereotipos o juicios innecesarios.
Pide una segunda versión si no te convence. Puedes reformular el prompt o afinar la petición. A veces, una pequeña instrucción mejora mucho el resultado.
Haz pruebas con ejemplos reales. Antes de usarlo en clase o compartirlo con familias, pruébalo con un caso real y evalúa si el mensaje es claro, útil y apropiado.
Hazlo fácil y justo para todo el alumnado
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Asegúrate de que todos entiendan el contenido. Si el texto que genera la IA es complicado, reformula en lenguaje más claro y directo. Usa frases cortas, ejemplos cotidianos y evita tecnicismos innecesarios.
Adapta tareas o textos según el nivel del grupo. Si algún estudiante necesita más apoyo, pide a la IA que simplifique: “Explícalo para un alumno con dificultades de comprensión lectora”. “Haz una versión con pictogramas o con frases muy sencillas”.
Genera varias versiones del mismo contenido. Una versión estándar, otra más visual, otra en audio… Así cada alumno puede elegir la que mejor se ajusta a sus necesidades.
Incluye apoyos visuales. Puedes pedir a la IA que acompañe un texto con viñetas, esquemas o una infografía. Esto ayuda especialmente a estudiantes con TEA, TDAH o dislexia.
Revisa que no haya sesgos en las tareas. Evita ejemplos que supongan privilegios sociales o culturales (viajes, familias con recursos, estereotipos de género…). Asegúrate de que todos se sientan incluidos en lo que propones.
Ofrece alternativas para mostrar el aprendizaje. No todos tienen que escribir o hablar. La IA puede ayudarte a crear opciones: dibujo, vídeo, presentación oral, audio breve...
Evita la sobrecarga cognitiva. Si la actividad es muy larga o compleja, divide en pasos y usa la IA para generar ayudas o pistas.
Haz comprobaciones con tus propios alumnos. Pregunta si han entendido el texto o si lo ven demasiado difícil. Ajusta lo que sea necesario: la equidad empieza escuchando.
Evita mensajes con prejuicios o estereotipos
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Revisa que el contenido no excluya a nadie. Evita frases que asuman que todas las familias son iguales, que todos tienen los mismos recursos, o que todos encajan en el mismo modelo.
No uses contenidos que refuercen prejuicios. Recuerda que no todo lo que escribe la IA es correcto o ético.
Cambia lo que no suene bien. Si una expresión te resulta incómoda, ofensiva o excluyente, reformúlala. Confía en tu sensibilidad como docente.
Corrige errores con fines educativos. Si detectas un sesgo, puede ser una oportunidad para explicarlo al alumnado y trabajar pensamiento crítico.
Promueve el respeto desde el lenguaje. Enseña que el modo de decir las cosas construye realidades. Usa expresiones que valoren, no que discriminen.
Respeta las ideas de otras personas
Di siempre de dónde sale lo que usas. Si tomas una actividad, imagen, texto o idea de otra persona (o generado por IA), indica la fuente. Por ejemplo: “Actividad adaptada de [nombre del autor]” o “Texto generado con ayuda de IA”.
No copies y pegues sin revisar. Lo que crea la IA no es automáticamente tuyo. Léelo, mejóralo, adáptalo… y entonces sí, hazlo parte de tu trabajo.
Reconoce el trabajo compartido. Si usas materiales que te han pasado otros compañeros/as, menciónalo o agradécelo públicamente cuando sea posible.
No borres huellas de autoría. Si un documento lleva nombre o logo, no lo quites para poner el tuyo. Mejor: pide permiso o usa solo la parte que necesitas, citando.
En materiales creados por IA, sé transparente. Puedes añadir al final: “Este documento ha sido elaborado con apoyo de inteligencia artificial y revisado por el docente”.
Fomenta una cultura de colaboración, no de apropiación. Compartir no es robar. Copiar sin reconocer es faltar al respeto a quien creó el material.
Documentos para saber más:
- Planes de desburocratización por comunidades autónomas, ejemplo de proyecto e hitos a conseguir (tablas)
- Desburocratizando la enseñanza (informe)
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