👁️ Perfilador Lingüístico: un asistente que analiza textos y te ofrece un informe detallado


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¿Te has preguntado alguna vez cómo escribes realmente? ¿Qué distingue tu forma de narrar, argumentar o expresarte por escrito? ¿Qué huellas lingüísticas dejas sin saberlo?

Hoy te presento una herramienta que puede cambiar tu relación con las palabras: el asistente Perfilador Lingüístico, un proyecto que combina la inteligencia artificial, la lingüística científica y la personalización pedagógica.


¿Qué es?

Es un asistente IA diseñado para analizar en profundidad cualquier texto que escribas y generar a partir de él un informe completo sobre tu estilo de escritura. No se limita a detectar errores: revela tus patrones expresivos, tu registro, tu forma de organizar ideas, tus recursos discursivos, tu vocabulario, tus giros personales… todo ello con criterios avalados por la lingüística, la retórica y la neurociencia del lenguaje.


¿Cómo funciona?

Su funcionamiento es simple y poderoso:

  1. Introduces un texto (copiado, imagen o documento).

  2. El asistente lo analiza automáticamente en 17 dimensiones lingüísticas, desde el léxico hasta la estructura argumentativa.

  3. Redacta un informe profesional en formato PDF, con estilo editorial, glosario inteligente, ejemplos personalizados y sugerencias de mejora.

  4. Puede detectar el idioma del texto y redactar el informe en esa lengua.

  5. Si lo usas con frecuencia, genera un cuaderno de estilo personalizado con tu evolución, frases características, fortalezas expresivas y sesgos discursivos.

El motor de análisis se basa en un marco riguroso documentado en un informe que puedes consultar en el propio entorno de uso. Dicho informe contempla 17 dimensiones estructurales que permiten una exploración profunda y detallada de tu forma de escribir: léxico, morfosintaxis, nivel pragmático, marcadores discursivos, estructura argumentativa, coherencia global, cohesión textual, conectores, modalidad oracional, funciones del lenguaje, tipo de voz, ambigüedad, nivel retórico, vocabulario figurado, posicionamiento enunciativo, sesgos lingüísticos y recursos expresivos. Cada una de estas categorías ofrece claves específicas para interpretar el estilo, fortalezas y puntos de mejora del texto analizado.


¿A quién puede ayudar?

Docentes, estudiantes, escritores, comunicadores, traductores, periodistas, opositores, creadores de contenido, investigadores…

Este asistente no tiene un único perfil de usuario, sino múltiples formas de uso adaptadas a distintas necesidades expresivas, formativas y profesionales:

  • Docentes: pueden usarlo para evaluar la competencia escrita de su alumnado con criterios lingüísticos rigurosos, obtener informes individuales o grupales, diseñar actividades basadas en errores reales detectados, o incluso como herramienta metacognitiva en proyectos de escritura. El informe facilita la personalización de la enseñanza de la expresión escrita.

  • Estudiantes (ESO, Bachillerato, Universidad): les permite conocer su estilo, detectar errores habituales, ampliar recursos lingüísticos y comunicativos, y trabajar de forma autónoma su competencia discursiva. Es una herramienta de autoevaluación, reflexión y mejora continua.

  • Escritores, periodistas y editores: pueden detectar sus marcas idiolectales, afinar su estilo, identificar redundancias o giros repetitivos, analizar el ritmo narrativo, la claridad o la densidad simbólica de sus textos, así como adaptar el estilo a otros géneros.

  • Opositores y redactores de textos académicos: les ayuda a pulir la precisión del lenguaje, mejorar la cohesión y adecuación, evitar ambigüedades y adquirir mayor conciencia del tono y del registro requerido en textos formales, administrativos o evaluativos.

  • Traductores y revisores: pueden usarlo para detectar interferencias, estructuras calcadas o desajustes de estilo entre textos originales y traducciones, así como para refinar aspectos de legibilidad, naturalidad y coherencia expresiva.

  • Lingüistas, formadores y expertos en comunicación: encuentran en él una herramienta de análisis avanzado con base científica, útil tanto para investigación como para formación docente, elaboración de materiales, evaluación de corpus o estudio de perfiles discursivos en diferentes contextos culturales.

  • Creadores de contenido digital: mejora la calidad de sus textos para redes, blogs, newsletters o vídeos, detectando tonos forzados, repeticiones, incoherencias o desequilibrios entre claridad y creatividad.

  • Personas que simplemente desean escribir mejor: ya sea por placer, desarrollo personal, diario, escritura terapéutica o expresión creativa. El asistente funciona también como espejo estilístico y aliado de quien busca entenderse a través de sus propias palabras.


Ejemplos de uso

Estudiante de 17 años que quiere mejorar su redacción argumentativa

Paso 1: Copia un texto de comentario filosófico escrito para clase.
Paso 2: El asistente detecta estructuras sintácticas simples, poca variedad léxica y ambigüedades en la progresión de ideas.
Paso 3: Le muestra ejemplos concretos de su texto con sugerencias de mejora: conectores, reformulaciones, sinónimos, marcadores argumentativos.
Paso 4: Incluye una tabla con nuevas expresiones que puede incorporar según el tema.
Paso 5: Le plantea un mini-reto: reescribir un párrafo usando los recursos sugeridos.


Docente que analiza las redacciones de su clase

Paso 1: Carga 25 textos en Word escritos por su alumnado.
Paso 2: El asistente procesa uno a uno, generando informes individuales con 17 dimensiones lingüísticas.
Paso 3: Extrae patrones comunes y crea un informe global del grupo.
Paso 4: Incluye gráficas de distribución de errores, fortalezas comunes y tipología discursiva.
Paso 5: Ofrece recomendaciones didácticas y rúbricas adaptadas para mejorar futuras tareas.


Escritora que trabaja en su estilo personal

Paso 1: Introduce fragmentos de sus novelas y columnas de opinión.
Paso 2: El asistente identifica elementos retóricos característicos, nivel simbólico, estilo narrativo y grado de ambigüedad.
Paso 3: Le entrega un cuaderno de estilo con métricas, fortalezas, recursos dominantes y posibles tics expresivos.
Paso 4: Sugiere otros registros compatibles con su estilo y retos creativos para enriquecerlo.
Paso 5: Activa el seguimiento de evolución estilística si desea volver a analizar futuros textos.


Profesor de ELE que quiere mejorar la producción escrita de sus estudiantes

Paso 1: Solicita a sus estudiantes de nivel B1-B2 una tarea narrativa y otra expositiva.
Paso 2: El asistente analiza cada texto identificando errores de transferencia, conectores faltantes, repeticiones y estructuras calcadas del L1.
Paso 3: Genera informes por alumno con ejemplos corregidos, propuestas de reformulación y una lista de vocabulario útil.
Paso 4: Elabora un informe global que clasifica patrones por L1, nivel y tipo de error.
Paso 5: El docente utiliza esta información para diseñar actividades específicas y realizar una evaluación más objetiva y constructiva.


¿Qué aporta?

Más allá del texto, este asistente promueve autoconocimiento lingüístico, pensamiento crítico, competencia metacognitiva y mejora consciente de la expresión. No sustituye al juicio humano, sino que lo amplifica con evidencia, método y profundidad. Favorece una relación más reflexiva, creativa y estratégica con la escritura.

En el contexto educativo, actúa como herramienta formativa integral. Permite al alumnado comprender sus errores y progresos con ejemplos tomados directamente de sus textos, y al docente diseñar actividades individualizadas, enfocadas en necesidades reales y contrastadas. Potencia la escritura como proceso y no como producto final.

A nivel profesional, ayuda a ajustar el tono, la claridad, la fuerza persuasiva y la eficacia discursiva. Especialmente útil para entornos en los que la comunicación escrita es clave, como oposiciones, divulgación científica, creación de contenidos o redacción institucional.


Usos creativos y contextuales

  • Laboratorios de estilo en talleres de escritura creativa: comparar informes de varios autores para observar estilos, recursos y marcas expresivas.

  • Terapia narrativa o coaching personal: acompañar procesos de reflexión a través de la escritura, detectando incoherencias, bloqueos o contradicciones expresivas.

  • Evaluación formativa en proyectos de aprendizaje basado en textos: seguimiento del desarrollo lingüístico a lo largo de varias entregas.

  • Apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales: identificación de patrones expresivos o déficits discursivos que pueden guiar intervenciones personalizadas.

  • Análisis de discursos públicos: aplicar el informe a textos de líderes, políticos o influencers para estudiar su retórica y sesgos.


En un tiempo donde la IA puede generar textos, también podemos usarla para entender mejor los que escribimos nosotros mismos, y construir con ellos una identidad lingüística más consciente, rica y afinada.


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