Aprende a crear asistentes


Accede al asistente pinchando sobre la imagen


Uno de los primeros problemas que presenta el uso de IA generativa, tanto para estudiantes como docentes, es cómo hablarle a la IA, cuál es la forma más eficaz de redactar prompts que se adapten a nuestras necesidades educativas. Sin duda, el uso de la IA requiere poseer competencias lingüísticas básicas, que vertebran el currículo de Secundaria, y a su vez específicas, del manejo de estas herramientas, como análisis y estructuración de datos, secuenciación de flujos de información… A un estudiante con escasas competencias lingüísticas le resultará más difícil conseguir de la IA un resultado adaptado y claudicará en cuanto vea que estructurar su consulta le requiere esfuerzo y tiempo hasta dar con la respuesta que espera. Por el contrario, un estudiante con mayores competencias sabrá sacar partido a estas herramientas, facilitando el trabajo rutinario, dejando espacio a lo importante y consiguiendo mejores respuestas, adaptadas a su contexto y necesidades. Esto mismo, salvando las distancias, es en cierto modo aplicable al docente. No por tener competencias lingüísticas es fácil a priori aprender a hablar con la IA. Requiere de un entrenamiento en destrezas que optimicen la redacción de instrucciones, estructurando el flujo de información que alimenta la petición que hacemos a las IA generativas. 

La forma natural de adquirir esas destrezas es el ensayo-error. Probar múltiples instrucciones y testarlas en los entornos de uso facilita que tanto docentes como estudiantes vayan comprendiendo cómo funciona la lógica algorítmica de las IA generativas y la manera de sacarle provecho. Pero esto requiere paciencia y tiempo, no esperar una respuesta eficaz en las primeras pruebas. Menos aún si alimentamos a la IA con instrucciones genéricas, con escaso contexto y precisión. Esto solo funciona si lo que buscamos es un dato que sirva para entornos múltiples de aprendizaje o sea una búsqueda específica, estilo enciclopédico. En la mayoría de los casos, la instrucción requiere de datos que ilustren la casuística educativa en la que se aplican. 

Este entrenamiento debe asumirlo cada docente como un reto de aprendizaje creativo y a la vez analítico. Buscar cómo insertar la IA en la práctica docente requiere no solo la habilidad de entender el lenguaje lógico con el que estructura la IA las instrucciones, sino también pensar qué queremos conseguir con ello, dar contexto detallado y testar el resultado hasta obtener una respuesta satisfactoria. 

Para ayudar en ese entrenamiento he creado un asistente de Chat GPT que ayuda al docente a diseñar instrucciones que después puede insertar directamente o alimentar en un asistente propio. Es decir, este asistente te va guiando en el proceso de creación del texto con el que alimentas un asistente de Chat GPT para que haga lo que quieres. Si tienes Chat GPT de pago, podrás usarlo para generar las instrucciones y después insertarlas en el GPT. Si tienes cuenta gratuita, lo deberás insertar tal cual en la conversación y actuará conforme a esas instrucciones. Puedes guardar varios texto de instrucciones en una carpeta de Drive y utilizarlas cada vez que necesites tal o cual asistencia. Este es un truco que permite a usuarios de cuenta gratuita tener asistentes low cost a mano.

 

 

¿Cómo funciona el asistente?

He configurado el asistente para que siga un flujo de trabajo basado en 4 fases, cada una representada con una metáfora sencilla: bombilla, mapa, lupa y botón de play.

 

💡 1. ¿Qué quieres hacer?

El docente o el estudiante explica qué necesidad quiere resolver, qué tareas debe hacer el asistente y quién lo va a usar.

🗺 2. Dame contexto

El asistente pregunta por el nivel educativo, el tipo de alumnado, el estilo docente, los recursos disponibles, las plataformas en uso y el tono deseado. Es como desplegar un mapa: todo lo que rodea al asistente cuenta.

🔍 3. Afina los detalles

Se concreta cómo debe responder: qué tipo de respuestas dar, con qué nivel de profundidad, qué ejemplos puede usar, qué debe evitar, si adapta su lenguaje, si hace preguntas antes de responder…

▶️ 4. ¿Lo probamos?

El asistente propone un caso práctico para simular cómo respondería. Luego plantea preguntas de testeo para detectar si el diseño es coherente, útil, claro y ajustado al público. Si hace falta, se ajusta. Si está listo, se genera el prompt final en modo Lienzo para copiar y pegar.


Antes de usar el asistente, conviene tener claros algunos datos esenciales: 

  • qué tarea concreta quieres que realice tu asistente, 
  • quién lo va a usar (edad, nivel educativo, necesidades), 
  • en qué contexto se aplicará (materia, metodología, recursos disponibles) 
  • y cómo quieres que se exprese (tono, estilo, nivel de profundidad en las respuestas). 
Cuanto más definido tengas el propósito, el público al que va destinado y el estilo, más útil y afinado será el resultado.
 
Una vez que tengas pensado esto, te recomiendo planificar el flujo secuenciado de acciones que quieres que realice el asistente. Esto facilitará que todos los elementos queden reflejados en la respuesta final y se ofrezcan de forma estructurada y paulatina mientras usas el asistente. Esto es muy útil si no estás familiarizado con instrucciones complejas en Chat GPT o no sabes cómo sacarle provecho.

Este asistente puede ser útil también para estudiantes que quieran usarlo para tareas específicas y adaptadas a su contexto de aprendizaje.

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