Mi experiencia con IA generativa: crónica de 2 años intensos
Puedes leer a lo largo de la semana decenas de noticias sobre IA, algunas catastrofistas, otras en neón rutilante, pero cuántas conectan de una forma realista y factible esos imponderables con la realidad que vives en tu centro, con las necesidades de tus alumnos. La saturación informativa sobre IA, sumado a la tendencia a sobredimensionar o asustar, o a vender humo ajeno a los intereses de la educación, alejan al docente de una percepción serena y práctica que le anime a investigar y probar un acercamiento a estas innovaciones, y sentir que de alguna forma pueden ayudarle a mejorar su enseñanza a pie de aula. Un docente que viene ya de serie sobreestimulado y escéptico, cansado y burocratizado, acostumbrado a una digitalización estéril y desapegada de la realidad que vive cada día en su centro.
Soy docente de Filosofía desde hace 27 años. Llevo más de 15 como ITED en mi instituto. Cuando irrumpió la IA generativa vi en esta innovación emergente -aún lo es- un potencial por descubrir, un reto que traería a la par problemas y oportunidades didácticas, reflexión y herramientas creativas que poder llevar a mi aula. Me puse a probar, leer, investigar, compartir, testar en clase, escuchar a mis alumnos, formar a otros docentes. En casi dos años -Chat GPT se dio a conocer públicamente en noviembre de 2022-, nadie ha podido arañar la superficie de estas herramientas en constante evolución y mejora. Nadie es experto en IA generativa, nadie. Quien diga lo contrario miente. Hay mucho gurú vende humo en materia de IA, casi siempre ajeno a intereses educativos.
Es cierto que la IA ya viene formando parte de nuestras vidas desde hace décadas, pero la IA generativa de uso cotidiano está aún en una fase beta, embrionaria. Ningún docente ha podido testarla suficiente tiempo como para comprobar su potencial y limitaciones, y usarla con solidez en sus clases. En primer lugar, porque sus virtudes y defectos mutan casi cada mes, apareciendo modelos y aplicaciones nuevas que desbancan al anterior. Y porque docentes y alumnos aún desconocen cómo usarla; la han probado, pero no saben cómo preguntar, cómo sacar provecho a su potencial. Aún no existe una pedagogía de la IA asentada, que permita usarla como quien usa un libro de texto o una calculadora. No existe una formación del profesorado eficaz y constante, basada en la práctica real en el aula y no en teoría. Casi todos los cursos que he visto hasta ahora carecen de sustancia didáctica. Son estéril teoría o pildoraje sin soporte pedagógico. Incluso el curso que ofrece este año el INTEF adolece de esos defectos. Te pone al día de conceptos sobre IA, su naturaleza y límites éticos, pero carece de materia proteínica, engranaje didáctico que llevar al aula.
Mi trayectoria en materia de IA generativa ha sido autodidacta. Simplemente me puse a aprender, probar y llevar al aula, evaluar su efectividad y mejorar. Lo hice cuando apenas un puñado de docentes lo hacíamos. Hoy, no ha crecido mucho el número de entusiastas que dedican horas de su tiempo libre a aprender sobre esto. Porque no lo dudes, esto requiere tiempo libre, voluntad y ganas. Aún no existe una estructura formativa oficial que facilite este aprendizaje. Hablo de docentes, no de empresas privadas de formación a la caza de incautos. No dudes, sufrido lector, que en unos años, crecerá aún más esta rapiña empresarial, vendiendo plataformas de gestión educativa con soporte de IA generativa que individualice la enseñanza al ritmo de cada alumno. Allí estarán las consejerías para comprar determinados productos y ahorrarse con el experimento parte del presupuesto. Al tiempo.
Mientras tanto, ¿qué pasos he dado yo como docente en materia de IA generativa? He testado herramientas, tengo Chat GPT plus pagado con mi dinero, las he usado y uso para programar, gestionar y diseñar experiencias de aprendizaje, la he llevado al aula, he evaluado cómo ha funcionado, he revisado su uso, he observado cómo la usan mis alumnos, les he ayudado a usarla con cabeza, les he facilitado prompts y asistentes específicos de ayuda al estudio. He creado situaciones de aprendizaje en las que la IA es una herramienta más dentro del proceso. El curso pasado incorporé la IA generativa en un proyecto colaborativo en 1º de Bachillerato que dura un mes. He escuchado a mis compañeros docentes, les he echado una mano, asesorado en lo que sé, he impartido el curso pasado dos sesiones de mini taller de IA generativa sin acreditación, a la que asistieron unos 15 docentes, libremente, porque sí. Todo gratis y sin créditos de formación. Y he comprobado que hay interés por una formación contextualizada y útil. He impartido formación en algunas comunidades autónomas, he asesorado a docentes de mi comunidad y otras comunidades. He impartido ponencias en la universidad. He impartido ponencias a creativos.
He organizado sesiones online de formación en línea entre docentes; todo ello porque sí, sin apoyo institucional. He creado un podcast en el que han participado decenas de profesionales de educación de diferentes niveles, áreas y países. He intentado montar un taller para familias de mis alumnos y no ha funcionado, pero lo seguiré intentando. Este curso voy a impartir en mi centro, en horas libres durante la mañana, un mini taller sobre IA generativa de una hora a alumnos de Bachillerato y Ciclos Formativos diversos. Un taller para cada grupo-aula. Se lo ofrecí a los compañeros y ha tenido bastante acogida. Hay interés, especialmente en etapas superiores. Coordino y comparto recursos en grupos de redes sociales sobre IA educativa. Estoy en contacto con una red pequeña, pero intensa, de docentes proactivos de enseñanza obligatoria y universidad que usan la IA generativa y saben de lo que hablan. Aprendizaje mutuo horizontal. Estoy convencido de que el mejor modelo de aprendizaje es ese, el horizontal, a pie de centro, en contacto con problemas tangibles, alumnos reales. Aprendizaje en red, compartiendo incertidumbres e incursiones modestas en tu aula.
En las consejerías está poco cuidado el rol del ITED (el antes llamado coordinador TIC). No se ha tomado en serio esta función, que debiera haber estado a la altura del rol que desempeñan los equipos directivos. Tener en cada centro un docente que desempeñara las funciones de asesor de proximidad, de gestor de proyectos de centro, de dinamizador de formación en centros. Un rol cuidado por las administraciones, formado y coordinado con otros ITED, que aprovechara esa red para mejorar horizontalmente la formación y la práctica docente. Un rol que tuviera una continuidad como mínimo igual o superior a la de los equipos de dirección, de 4 años. Esto facilitaría un modelo formativo más real, estable y contextualizado, con apoyo de los centros de formación (CPR, CEP, CFIE, CRFP, CIFP, CAFI...) de cada zona. Nunca he visto la utilidad práctica de los servicios de innovación educativa, más allá de la de servir de KGB educativa y vocero político al servicio del ejecutivo al que se deben. Todo lo que aprendí desde que soy docente lo hice en comunidades horizontales. El resto es humo.
Mi reto este curso es hacer crecer esas redes de proximidad, con mis compañeros y alumnos, con los docentes de los que aprendo por toda España y más allá, seguir enredando y equivocándome, evaluando lo que pruebo, escuchando a mis alumnos, de los que observo a la hierba crecer, las tendencias, las inercias asentadas y las oportunidades sin explorar. Mi centro es un 85% de FP y la IA será sin duda un valor añadido en un futuro no tan lejano. En algunos sectores lo transformará todo. ¿Qué será de los profesionales de Gestión Administrativa cuando la contabilidad la lleve una IA? ¿Qué papel tendrá en el mundo de la automoción? ¿Qué trabajos serán el nuevo nicho que ocupar para mis alumnos que están ahora en Bachillerato, con miedo a enfrentarse a un mundo hostil, con notas insufribles en la EBAU y pocas oportunidades de abrirse camino en un neurótico embudo de plazas? ¿Cómo combinar una formación humanística con la profunda tecnificación de las relaciones? Intento enseñarles a no claudicar, a ver siempre lo positivo, a no rendirse, a luchar con audacia y entusiasmo, a creer en ellos, a desoír las sirenas del vocerío mediático, a ser críticos y creativos... ¿Tiene que ver esto con la IA? Sí, en cuanto es un reto que nos impele a reaccionar, a medirnos con lo desconocido. Lo dice un docente que hoy está más cerca de su jubilación que de aquel año de los 90 en los que entró por primera vez en un aula, incauto e idealista, voraz y solícito. No perder la chispa, compañeros. Creer en la adversidad. Y brindar por la brizna en los adoquines. Salud.
Estupenda reflexión Ramón. Añado una reflexión de cosecha propia. He estado unos años en Bachillerato dando Comunicación Audiovisual. Cuando OpenAI presentó Sora, lo compartí con mi alumnado. Estaba convencido de que habría cierto jaleo al anunciar un "motor de mundos", pero no les sorprendió mucho, la verdad... Durante el verano, estuve trabajando con algunos docentes de la misma materia y, tras comentar la herramienta, tampoco les sorprendió mucho. Conclusión: está claro que hay diferentes velocidades de aproximación al fenómeno.
ResponderEliminarGracias, cHristian. La velocidad de avances tecnológicos genera el espejismo de que todo lo que venga es normal, esperable.
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Ramón! He estado leyendo varias entradas de tu sección en la web de IA Educativo, y no puedo más que decir que es increíble todo lo que compartes. Te sigo desde hace muchos años, desde que te conocí por el Visual Thinking y los retos del dibucedario, y me fascina todo lo que produces, ya sea con la pluma, el pincel o cualquier otra herramienta.
ResponderEliminarPero ahora quiero agradecerte especialmente tus reflexiones sobre la Inteligencia Artificial. Llevo varios años preparando mis oposiciones en Castilla-La Mancha, y el proceso de conseguir plaza se está haciendo eterno, pero sigo en ello con mucha dedicación. Este año, he decidido aprovechar al máximo el potencial de la IA para ayudarme en mis estudios, especialmente con la generación de asistentes que me faciliten la organización y comprensión del temario. Además, estoy trabajando en la creación de propuestas didácticas y en la vinculación curricular de los temas con las asignaturas que se imparten en secundaria y bachillerato.
Por si fuera poco, desde enero empecé a experimentar con herramientas de generación de imágenes. En un principio solo usaba Copilot porque no podía permitirme otras opciones de pago, pero ahora me he decidido a invertir en herramientas como ChatGPT, y poco a poco voy aprendiendo a sacarles el máximo provecho.
De nuevo, mil gracias por todo lo que aportas. Me encanta leerte, y tu contenido me inspira mucho.
Un abrazo, ¡seguimos en contacto!