Diario de aula (1)
Desde que Chat GPT puso la inteligencia artificial en boca de todo el mundo, pese a que era ya una realidad presente en múltiples herramientas, algunos docentes hemos ido ensayando posibles tareas prácticas que pudieran integrarla en las rutinas de aprendizaje de nuestros alumnos.
En lo que respecta a mi contexto, he observado poco interés entre el profesorado por indagar en esta realidad emergente. La mayoría conocen lo que oyen en redes sociales, medios oficiales de comunicación y el debate entre amigos. No más que los alumnos de Secundaria. A principios del curso pasado, apenas un par de alumnos y otro par de docentes de mi entorno sabía qué era la IA generativa y casi ninguno la había probado, al menos para enredar. Sin embargo, sí tenía una idea preconcebida de los peligros que podía suponer la IA para el progreso de la Humanidad, alimentados por el foro mediático no acreditado ni experto que difundía -aún lo hace- mensajes de catastrofismo apocalíptico, mezclados con una fascinación acrítica.
Al llegar en septiembre a mis clases no he notado un cambio sustancial. Quizá otro par de docentes se anima a probar la IA generativa, más como un juego de tanteo que un ensayo de posibilidades didácticas. Casi siempre son los docentes que antes ya mostraban interés por otras herramientas y métodos nuevos los que ahora no le hacen ascos a investigar y atreverse a usar la IA en clase. Excepto un compañero de Tecnología no tengo noticias de que algún docente esté usándola en clase, ya sea como asunto de debate o herramienta de aprendizaje.
Respecto al alumnado de Bachillerato, casi todos han oído hablar de ella, alguno ya había enredado, sin uso educativo. y ninguno la había utilizado antes de que yo se lo propusiera. Pero no es un dato fiable, ya que los alumnos desean seguir manteniendo una ventaja táctica respecto al profesorado, que les permita usar la IA como recurso que simplifique, incluso elimine, el arduo esfuerzo de leer y analizar los contenidos que propone el docente. Ya el pasado curso una alumna me instó con media sonrisa a que no prodigara entre el profesorado las bondades del la IA. Este desfase de conocimientos del funcionamiento básico de las IA generativas entre docentes y alumnos fue precisamente el que alertó a los docentes universitarios el pasado curso, alarmados por la facilidad con la que un alumno podía realizar un trabajo de fin de carrera con la ayuda de Chat GPT, sin apenas haber leído ningún paper o libro académico. La actitud del docente universitario fue entonces, y poco ha cambiado desde entonces, la de rechazo e indignación. De pronto, se enteraron de que existían herramientas que dejaban obsoletas sus rutinas de trabajo. Solo un puñado de docentes empezaron a reflexionar juntos, conocer estas IA generativas y empezar a probar posibles aplicaciones didácticas.
Aún hoy, el sistema educativo, sea el universitario o el de la Secundaria, se mueve entre el recelo y la fascinación, no tomándose muy en serio el posible impacto que estas tecnologías podrían tener a medio y largo plazo sobre la práctica docente, incluso los modelos del aprendizaje. Solo preocupa que los alumnos plagien, copien y peguen y acaben abandonando el ejercicio de destrezas cognitivas esenciales. Sin embargo, este abandono no es exclusivo de la era emergente de las IA. Venimos décadas alertando a pie de aula de ese desgaste competencial en hábitos de lectura comprensiva y análisis de contenidos.
Las exégesis en las redes docentes más que buscar un entendimiento basado en la experiencia y el sentido común se escoran hacia los extremos dogmáticos, argumentando desde mantras más que evidencias experimentales. Así, la IA ha significado un nuevo motivo para la división del profesorado, alimentada por medios de comunicación e intereses exógenos a la escuela. La IA, y por extensión la tecnología, es la causa de todos los males de la educación, o bien el santo grial que acabará solucionando todas sus distopías.
Nada de esto coincide con mi percepción desde el pupitre. Los alumnos acogen la IA con tanto escepticismo como curiosidad. Quienes ya la conocían y usaban para copiar y pegar ven con resignación cómo esa ventaja puede durarles poco a mínimo que los docentes empiecen a conocer su funcionamiento y la apliquen en tareas que requieran trabajo analítico y crítico y no un mera reproducción pasiva de contenidos.
¿Qué uso he dado por ahora a la IA en el aula?
- Apenas la he usado para buscar información concreta, del estilo de quién inventó la penicilina. Sin embargo, este curso, en primero de Bachillerato, en el módulo dedicado a la verdad, la usaré como fuente imprecisa para analizar información y testar su fiabilidad.
- Sí ha sido un recurso útil para resumir y estructurar contenidos y aportar ideas preliminares en la fase de bloqueo creativo. Les ha estimulado para enfilar el proceso de trabajo y adquirir seguridad.
- En mis sites de área ya son un recurso habitual recomendado durante la realización de tareas de comprensión, análisis y comunicación de ideas. Mi idea es ir entrenándoles en su uso, descubriéndoles que puede ayudarles sin necesidad de copiar y pegar, y que si lo hacen, después deben comprender y expresar en otros lenguajes lo aprendido. Por ejemplo, mientras escribo esto algunos seguro que están tirando de Chat GPT o Google Bard como inspirador de ideas para crear por parejas un guión radiofónico sobre mitología. Ya os contaré.
- También he testado Bard como herramienta de análisis y evaluación de tareas y contenidos. Me ha sorprendido la efectividad de la IA y creo que voy a probarla en el aula para que los alumnos auto evalúen tareas y analicen apuntes, textos…
- El curso pasado probé Chat GPT como herramienta de diseño de un escape room para un reto ajeno a mis clases, pero que me descubrió las muchas posibilidades de esta herramienta.
Toda nueva herramienta, especialmente aquellas que reconfiguran nuestras convicciones e inercias de trabajo, requieren de una voluntad optimista de acercarse a ellas con igual cautela que curiosidad. No se puede acoger o rechazar lo que no se conoce. Sí se lo puede temer o amar sin criterios racionales, lo que tarde o temprano se vuelve contra nosotros.
Terminó este primer round de mi diario de aula. Espero que sea uno de muchos. Ánimo y buena semana.
Reflexiones muy interesantes. Gracias.
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